Historia
políticamente correcta.
Esta es la
historia de un cerdito, una cerdita, (no que fuera muy promiscua con los
hombres.) y un cerdito de genero fluido, (no es que fueran unos guarros como dice
la misma palabra).
Un día, los
tres cerditos, mientras están en el campo trabajando como buen menester,
divisaron a un lobo en el horizonte y corrieron atemorizados, (No por su color
de piel o su sexo). Sino porque escucharon muchas historias sobre las fechorías
que cometían los lobos.
Los tres cerditos
se fueron a sus casas, la primera cerdita, se escondió en su casa de paja (Porque
le gustaba el estilo rural, no porque su estado económico fuera inferior al de
resto de ceritos/as).
El lobo solamente
quería entablar una relación de amistad con los cerditos/as, y al ver que
salieron corriendo se quedó un poco extrañado, sin mucha importancia siguió hasta
la casa de la cerdita, tocó la puerta para preguntarle si quería jugar al parchís
(No porque tuviera poco material argumentativo y no pudiera entablar una conversación
interesante ) , al ver que la cerdita le contesto que no, resoplo de tristeza,
sin embargo lo hizo demasiado fuerte y la casa se derrumbó (No por que fueran
negligentes con la construcción, sino por el material de la misma).
La cerdita, fue
corriendo del susto hacia la casa de su hermano, la cual es de madera (No por
el susto del lobo, sino por el derrumbe de su casa y porque la casa de su hermano
estaba más cerca) al llegar, los cerditos/as se pusieron a conversar sobre lo
sucedido, encendió una lampara de petróleo con una cerilla sin darse cuenta de
que había un poco de petróleo por el suelo y empezó a incendiarse). El lobo que paseaba
entristecido por lo ocurrido, se dio cuenta de que en la casa de madera salía mucho
humo, el lobo para poder apaciguarlas llamas sopló con la mala suerte de que
soplo al tabique principal tirándolo y haciendo que la estructura quedara desequilibrada
y se desplomara, ahuyentando a los cerditos/as que permanecían dentro del
recinto.
Huyeron a la
casa grande hecha de piedra, donde permanecía su pariente de genero fluido y se
adentraron en ella.
Ellos/as se
pusieron a comer churros con chocolate porque era la hora de almorzar, el lobo
al sentir ese olor agradable le empezó a entrar hambre y se dirigió hacia la
tercera casa para preguntar si podía almorzar con ellos.
Los cerdos lo
negaron, pero el lobo empezó a hablar con calma para que le escucharan lo que tenía
que decir.
Los cerditos al
escuchar sus palabras dejaron de lado sus perjuicios, y lo dejaron entrar. Y disfrutaron
juntos del almuerzo, el lobo se excusó y les explico la verdad sobre lo
sucedido con las dos casas anteriores. Aquello les dio una lección de moralidad.
Carlos Ortega Jimenez, Uriel Zitelli, Joan Miquel Herrera.
muy politicamente excelente
ResponEliminamuy bien echo
ResponEliminaLOS LIBROS ME PARECEN INTERESANTES PERO NO TANTO COMOEL NUESTRO SALUDOS MUCHOS ANIMOS
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